¿Qué es la hipnosis realmente?
2017-09-27
¿Qué es la hipnosis realmente?
La hipnosis es una forma de comunicación con el subconsciente, tu mente profunda.
Ya sea porque un hipnotista está provocando y utilizando el estado hipnótico para generar cambios, estás escuchando una grabación de carácter hipnótico, o quizás sencillamente tu mente ha entrado en ese estado de conciencia espontáneamente.
Porque la hipnosis es un fenómeno natural y mucho más habitual de lo que pensamos.
Se suele hablar del estado hipnótico como un estado alterado de conciencia. “Alterado” suena muy fuerte en realidad alterado en este contexto significa simplemente “diferente”.
Todos experimentamos cada día trances hipnóticos por ejemplo:
Cuando nos apartamos de la realidad y “soñamos despiertos”
Al quedar absorbidos por una película o novela olvidando donde estamos y perdiendo la noción del tiempo
Al empezar a dormir o el despertar en los estados de transición llamados precisamente hipnagógicos e hipnopómpicos
Al soñar, para algunos autores la fase Rem del sueño es precisamente el estado hipnótico.
Cuando practicamos ese “diálogo interno” del que a menudo no somos conscientes porque es casi constante y precisamente por eso tan poderoso.
Nuestra mente tiene dos partes: consciente y subconsciente. Con funciones y características diferentes que son complementarias e interactúan constantemente
Nuestra parte consciente es la parte que conocemos, nuestro yo. Entre sus funciones están analizar, razonar, establecer planes, decide lo que puede o no puede hacerse, emitir juicios, es donde reside la voluntad y nuestra autoconciencia.
El subconsciente es el mundo de la imaginación, las emociones y el deseo. Es simbólico, metafórico e intuitivo. Funciona por imágenes y asociaciones. En él están nuestros recuerdos, experiencias, habilidades, creencias, valores, identidad, la autoimagen tan poderosa, lo transpersonal.
Es el encargado de nuestro funcionamiento automático. Es una especie de piloto automático que se pone en marcha para realizar nuestros hábitos sin la necesidad de pensar. El subconsciente mantiene nuestras constantes vitales.
Siempre que aprendemos algo nuevo, experimentamos una emoción, o realizamos algún comportamiento automático el subconsciente toma el control. Estamos cambiando constantemente del predominio consciente al subconsciente constantemente, sin darnos cuenta.
Lo que hace un hipnotista es simplemente provocar y utilizar este cambio de estado mental. Dirigiéndose a la mente subconsciente para estimular un cambio en las sensaciones, percepciones, pensamientos o conductas. Ayudando así a alguien a generar un cambio en sentido positivo en su vida.
La hipnosis es comunicación y el único medio que utiliza es la palabra. Si bien es cierto que en la entrevista previa el lenguaje corporal, la actitud y la capacidad para generar rapport del hipnotista son esenciales, normalmente durante la inducción hipnótica la persona está con los ojos cerrados.
Las palabras recuperan su carácter mágico. En estado hipnótico lo que se dice pero sobre todo como se dice tiene una repercusión extraordinaria.
Cuando una persona experimenta el estado hipnótico es muy receptiva a las sugestiones. Esto ocurre porque la hipnosis es capaz de superar la capacidad crítica que se encuentra en nuestra mente consciente. Es como si de alguna manera volviéramos a la infancia cuando nuestras capacidades de cambio y aprendizaje son excepcionales.
Es estado hipnótico se suelen aceptar y utilizar situaciones que rehusaríamos explorar en nuestro estado habitual.
La hipnosis genera un escenario: “realidades hipnóticas” en las que podemos experimentar y aprender.
Otras herramientas que la hipnosis utiliza para obtener cambios son: la visualización, metáforas, desplazamiento temporal al pasado o futuro, reorientación, anclajes, movimientos ideomotores, analgesia, anestesia, catalepsia, amnesia, hipermnesia. . .
Al acceder al subconsciente es posible modificar, siempre en sentido positivo, las creencias negativas, miedos, comportamientos o emociones que nos perturban. También la hipnosis permite activar mecanismos naturales de curación, mejorar nuestro rendimiento y la calidad de vida.
La hipnosis es pues básicamente sugestión: transmitir una idea, que sea aceptada y que genere cambios. Por supuesto que la hipnosis moderna entiende que lo que hace es desencadenar algo que ya está en el sujeto.
Con la hipnosis es posible acceder a los enormes recursos que todos tenemos y ponerlos a trabajar. La hipnosis dirige sus sugestiones a las capacidades que todos tenemos para activarlas y así convertirlas en habilidades.
La hipnosis es pues aprendizaje para generar un cambio y este cambio genera a su vez aprendizaje.
Durante el trance hipnótico nuestra identidad se desestabiliza, permite desconstruirse para luego reconstruirse. Provocar una trance-formación expulsando lo que no funciona y generando nuevas y mejores alternativas.
Utilizando la hipnosis no se puede “empujar” a nadie a hacer o no hacer algo. La hipnosis brinda esperanza, expectativas, genera un espacio para el cambio. Muestra un camino pero es la persona la que tiene que “echarse a andar” por ese camino.
En hipnosis las dos partes son activas: no se hipnotiza “a” alguien, se hipnotiza “con” alguien. Se trata de co-laborar para conseguir un objetivo.
Finalmente y utilizando algo tan grato para el subconsciente como es una metáfora podemos decir que la hipnosis es un proceso durante el cual se reinicia el software de nuestra mente.
Sólo queda animarte a experimentar y disfrutar la hipnosis. Es una terapia de tipo natural que no tiene prácticamente contraindicaciones (epilepsia, enfermedades mentales graves o hipotensión). Si tienes algún problema puede ayudarte, si estás bien mejorará tu calidad de vida.
Compruébalo escuchando nuestra grabación “Buenos días con autohipnosis”. En nuestro canal de Youtube encontrarás versión masculina y femenina.
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Ya sea porque un hipnotista está provocando y utilizando el estado hipnótico para generar cambios, estás escuchando una grabación de carácter hipnótico, o quizás sencillamente tu mente ha entrado en ese estado de conciencia espontáneamente.
Porque la hipnosis es un fenómeno natural y mucho más habitual de lo que pensamos.
Se suele hablar del estado hipnótico como un estado alterado de conciencia. “Alterado” suena muy fuerte en realidad alterado en este contexto significa simplemente “diferente”.
Todos experimentamos cada día trances hipnóticos por ejemplo:
Cuando nos apartamos de la realidad y “soñamos despiertos”
Al quedar absorbidos por una película o novela olvidando donde estamos y perdiendo la noción del tiempo
Al empezar a dormir o el despertar en los estados de transición llamados precisamente hipnagógicos e hipnopómpicos
Al soñar, para algunos autores la fase Rem del sueño es precisamente el estado hipnótico.
Cuando practicamos ese “diálogo interno” del que a menudo no somos conscientes porque es casi constante y precisamente por eso tan poderoso.
Nuestra mente tiene dos partes: consciente y subconsciente. Con funciones y características diferentes que son complementarias e interactúan constantemente
Nuestra parte consciente es la parte que conocemos, nuestro yo. Entre sus funciones están analizar, razonar, establecer planes, decide lo que puede o no puede hacerse, emitir juicios, es donde reside la voluntad y nuestra autoconciencia.
El subconsciente es el mundo de la imaginación, las emociones y el deseo. Es simbólico, metafórico e intuitivo. Funciona por imágenes y asociaciones. En él están nuestros recuerdos, experiencias, habilidades, creencias, valores, identidad, la autoimagen tan poderosa, lo transpersonal.
Es el encargado de nuestro funcionamiento automático. Es una especie de piloto automático que se pone en marcha para realizar nuestros hábitos sin la necesidad de pensar. El subconsciente mantiene nuestras constantes vitales.
Siempre que aprendemos algo nuevo, experimentamos una emoción, o realizamos algún comportamiento automático el subconsciente toma el control. Estamos cambiando constantemente del predominio consciente al subconsciente constantemente, sin darnos cuenta.
Lo que hace un hipnotista es simplemente provocar y utilizar este cambio de estado mental. Dirigiéndose a la mente subconsciente para estimular un cambio en las sensaciones, percepciones, pensamientos o conductas. Ayudando así a alguien a generar un cambio en sentido positivo en su vida.
La hipnosis es comunicación y el único medio que utiliza es la palabra. Si bien es cierto que en la entrevista previa el lenguaje corporal, la actitud y la capacidad para generar rapport del hipnotista son esenciales, normalmente durante la inducción hipnótica la persona está con los ojos cerrados.
Las palabras recuperan su carácter mágico. En estado hipnótico lo que se dice pero sobre todo como se dice tiene una repercusión extraordinaria.
Cuando una persona experimenta el estado hipnótico es muy receptiva a las sugestiones. Esto ocurre porque la hipnosis es capaz de superar la capacidad crítica que se encuentra en nuestra mente consciente. Es como si de alguna manera volviéramos a la infancia cuando nuestras capacidades de cambio y aprendizaje son excepcionales.
Es estado hipnótico se suelen aceptar y utilizar situaciones que rehusaríamos explorar en nuestro estado habitual.
La hipnosis genera un escenario: “realidades hipnóticas” en las que podemos experimentar y aprender.
Otras herramientas que la hipnosis utiliza para obtener cambios son: la visualización, metáforas, desplazamiento temporal al pasado o futuro, reorientación, anclajes, movimientos ideomotores, analgesia, anestesia, catalepsia, amnesia, hipermnesia. . .
Al acceder al subconsciente es posible modificar, siempre en sentido positivo, las creencias negativas, miedos, comportamientos o emociones que nos perturban. También la hipnosis permite activar mecanismos naturales de curación, mejorar nuestro rendimiento y la calidad de vida.
La hipnosis es pues básicamente sugestión: transmitir una idea, que sea aceptada y que genere cambios. Por supuesto que la hipnosis moderna entiende que lo que hace es desencadenar algo que ya está en el sujeto.
Con la hipnosis es posible acceder a los enormes recursos que todos tenemos y ponerlos a trabajar. La hipnosis dirige sus sugestiones a las capacidades que todos tenemos para activarlas y así convertirlas en habilidades.
La hipnosis es pues aprendizaje para generar un cambio y este cambio genera a su vez aprendizaje.
Durante el trance hipnótico nuestra identidad se desestabiliza, permite desconstruirse para luego reconstruirse. Provocar una trance-formación expulsando lo que no funciona y generando nuevas y mejores alternativas.
Utilizando la hipnosis no se puede “empujar” a nadie a hacer o no hacer algo. La hipnosis brinda esperanza, expectativas, genera un espacio para el cambio. Muestra un camino pero es la persona la que tiene que “echarse a andar” por ese camino.
En hipnosis las dos partes son activas: no se hipnotiza “a” alguien, se hipnotiza “con” alguien. Se trata de co-laborar para conseguir un objetivo.
Finalmente y utilizando algo tan grato para el subconsciente como es una metáfora podemos decir que la hipnosis es un proceso durante el cual se reinicia el software de nuestra mente.
Sólo queda animarte a experimentar y disfrutar la hipnosis. Es una terapia de tipo natural que no tiene prácticamente contraindicaciones (epilepsia, enfermedades mentales graves o hipotensión). Si tienes algún problema puede ayudarte, si estás bien mejorará tu calidad de vida.
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