¿La hipnosis es real? Tu cuerpo tiene la respuesta

¿La hipnosis es real? Tu cuerpo tiene la respuesta

2016-08-10

¿La hipnosis es real? Tu cuerpo tiene la respuesta


Sin lugar a dudas la hipnosis es real: hay toda una serie de indicaciones físicas que podemos observar fácilmente en nuestro cuerpo que demuestran que una persona se escuentra disfrutando del estado hipnótico. 


También se producen cambios en la percepción del tiempo, el espacio y del propio cuerpo. La próxima semana hablaremos de los cambios que se producen en el cerebro que, a pesar de no ser observables directamente, son mesurables gracias a la tecnología moderna.
 

Es posible estar en estado en estado hipnótico sin estar relajado. Pero normalmente un intenso y agradable estado de relajación física y mental que genera un gran bienestar es una de los rasgos más característicos de la hipnosis. Por esta razón a menudo algunas personas manifiestan que quieren permanecer un poco más en estado hipnótico antes de acabar la sesión.
 
Esta profunda relajación es uno de los factores que hace que las personas que experimentan la hipnosis obtengan una grata impresión de la experiencia. Esta relajación se percibe claramente en la expresión de placidez y el tono muscular de los músculos faciales.
 
A medida que el cuerpo y la mente se relajan al entrar en hipnosis a menudo se producen espasmos musculares totalmente involuntarios e inconscientes: normalmente la persona no se da cuenta de ellos y por tanto no los recuerda. Están relacionados con los cambios neurológicos que produce la relajación.
 
A veces mientras la persona se relaja pueden aparecer lágrimas en sus ojos. La razón no es porque la persona recuerde algo desagradable o tenga sentimientos de tristeza, es el resultado del proceso de relajación. En el caso de que existan dudas podemos aclarar la situación de manera neutra y sin influir en la persona con preguntas como: ¿Puede describir lo que está experimentando en este momento?
 
A medida que la persona se sumerge progresivamente en la hipnosis los párpados pueden palpitar muy rápidamente sin que la persona se dé cuenta de ello. También es muy frecuente que se produzcan movimientos rápidos de los ojos por debajo de las pestañas muy parecidos o iguales a los de la fase REM del sueño. Este fenómeno es más evidente cuando se emplean visualizaciones.
 
También se puedes observar cambios en el ritmo de la respiración ya sea más rápida o lo más habitual mucho más lenta, profunda y rítmica. Reconocer los cambios en el ritmo e intensidad al inspirar y espirar es uno de los indicadores más evidentes que permiten detectar que la persona está experimentando la hipnosis. La respiración suele ser diafragmática y pausada.
 
Aparecen cambios en el pulso que se pueden notar observando cuidadosamente la arteria carótida. Un cambio en la velocidad del pulso, más acelerado o lo más habitual mucho más lento, es otro de los rasgos típicos de la hipnosis.
 
La catalepsia hace referencia a la inhibición de la capacidad de moverse. La persona que esta hipnotizada suele permanecer inmóvil. Al estar disociada (separada) de su percepción del cuerpo simplemente se olvida de él. Esta incapacidad de moverse suele utilizarse para convencer a la persona de que algo “especial” está ocurriendo.

La persona se da cuenta de que está en estado hipnótico al sugerirle su incapacidad para abrir los ojos y comprobarlo. Normalmente se tranquiliza a la persona a continuación diciendo que si quiere puede salir del estado hipnótico y abrir los ojos.
 

Aparecen cambios sensoriales que se manifiestan de múltiples maneras: algunas personas notan su cuerpo extremadamente pesado, especialmente las grandes masas musculares como los muslos. La mandíbula se relaja y parece muy pesada, esto hace que a veces la boca quede entreabierta y resulte difícil cerrarla mientras dura la experiencia.
 
Otros se sienten increíblemente ligeros como si flotaran, lo que puede resultar muy útil para provocar fenómenos típicamente hipnóticos como la levitación de un brazo.  Algunas personas se sienten muy grandes, gigantescas, y otras empiezan a sentirse muy pequeñas de tamaño.
 
Ciertas personas notan mucho las sensaciones su cuerpo y se convierten en ultrasensibles, por esta razón es recomendable avisar siempre en el caso de que sea necesario el contacto físico (para enjuagar una lágrima o la saliva por ejemplo). Otras pierden la noción de su cuerpo desarrollando espontáneamente analgesia o anestesia incluso sin que sea sugerida.
 
Distorsiones espacio-temporales. Como ya hemos dicho en ocasiones la persona se siente en un lugar lejano y agradable, o flotando a veces literalmente “en las nubes”. También la percepción del tiempo varía y la mayoría de personas suelen percibir que el período en que han estado hipnotizados es mucho más breve que el real y también algunas veces más largo. Algo parecido a lo que experimentamos en un sueño.
 

Muchas de las características anteriores se producen porque la hipnosis, como el yoga o la meditación, activa el sistema nervioso parasimpático. Éste pertenece al sistema nervioso autónomo que controla las funciones y actos involuntarios. El sistema nervioso parasimpático interviene en el funcionamiento de los  aparatos digestivos, cardiovascular y genitourinario.
 
La función principal del sistema nervioso parasimpático es la de provocar o mantener un estado corporal de descanso o relajación tras un esfuerzo o para realizar funciones como la digestión (por esta razón los borborigmos o sonidos abdominales y la salivación suelen aparecer durante la hipnosis)  o el acto sexual. Actúa sobre el nivel de estrés y ansiedad del organismo disminuyéndolo. También aumenta nuestra resistencia a las infecciones.
 
 
Por estas razones sólo permanecer en estado hipnótico un rato cada día es beneficioso para tu cuerpo, tu mente y salud. Además, como no, tenemos la utilización del estado hipnótico que te permitirá alcanzar más fácilmente tus objetivos con el contenido que queramos darle en forma de sugestiones, metáforas, visualizaciones, anclajes, activación y potenciación de recursos internos,  posibilidades de aprendizaje, regresiones, cambio en las sentimientos, percepciones, pensamientos y comportamientos. . .
 
La hipnosis es un fenómeno subjetivo y estas características varían de una persona a la otra, por esta razón es posible, aunque raro, que no aparezca ninguna de ellas. Habitualmente suelen estar presentes en mayor o menor grado casi todas en aquellas personas que se permiten disfrutar del estado hipnótico.
 

Puedes experimentar gratuitamente la hipnosis en nuestra web en Inicio: Hipnosis para el cambio. De esta manera puedes comprobar si algunos de estos cambios fisiológicos o en tus percepciones se producen en ti. Si lo haces por favor deja un comentario con tus impresiones.

Si además te propones
 obtener resultados y conseguir cambios, siempre en sentido positivo, escuchando la grabación la repetición es necesaria.
 

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